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Conversation
with cinematographer
about a commercial for Lamborghini
JENS MAASBOEL
El director de fotografía Jens Maasbøl y el director Tibor Glage colaboran nuevamente en este proyecto para Lamborghini. Este prolífico dueto es responsable de anuncios de coches verdaderamente espectaculares. Uno de los más emblemáticos es “The last frontier”, que rodaron para Dodge en Alaska. Una vez más se embarcan en la búsqueda de ese nervio y frescura que caracteriza sus trabajos anteriores.
Jens no es desde luego el director de fotografía que podrás encontrar sentado junto al DIT, lejos de la acción. Cuando ves a Jens aparecer en el set con su peto de pescador la intuición te dice que no va a ser un rodaje relajado. Para mantener el look vibrante que distingue su estilo, le gusta tener siempre a mano innumerables cámaras. Y así saltar de una a otra acción sin perder el ritmo.
Esta conversación transcurre a orillas del río Guadalquivir, en mitad de una vasta marisma llamada Isla Mínima, en medio de la nada. Lo que se suele llamar la Andalucía profunda.
Still from the commercial
Mario Oliva: Para aquellos que no te conocen. ¿Puedes hablarnos un poco de ti? ¿Cómo comenzaste en esta industria?
Jens Maasbøl: Mi nombre es Jens Maasbøl y tengo cincuenta años. Empecé en esto hace más de treinta años. Justo al acabar la escuela escuché hablar sobre un fotógrafo de Copenhague. Me puse en contacto con él y resulta que estaba a punto de abrir un estudio. Nos pusimos de acuerdo para que yo fuera a echar una mano pintando el estudio y aprender un poco sobre lo que se hacía allí. Así que cogí mi mochila, un saco de dormir y me fui de mi pueblo que, por cierto, se parece un poco al lugar donde estamos ahora. Me monté en el tren que llevaba a Copenhague y nunca volví. Ese fue el comienzo. Tenía dieciocho años
Mis principios fueron como asistente de fotógrafo durante un año o dos. Lo que viene a significar que básicamente me dedicaba a pasar la escoba en el estudio. Luego hice un cursillo de video, me mudé a otra ciudad y tuve la oportunidad de hacer una prueba en una productora como operador de cámara. Les gustó lo que vieron y me pidieron que volviera al día siguiente. Y así es como comenzó la historia. Así que no he sido asistente propiamente dicho en ningún momento de mi carrera. Empecé directamente con la cámara.
Después de eso hice videoclips, publicidad, televisión ... También trabajé como operador de steadicam durante muchos años. He sido director de fotografía independiente desde que tenía veinte años. Era tan joven en aquel entonces que cuando mi jefe me presentaba a los clientes mentía sobre mi edad. Temía que pensaran que yo podría ser demasiado joven para el proyecto. Él les contaba que lo de ser joven era solo una apariencia y que contaba con mucha experiencia en mi haber. Ambas cosas resultaban ser totalmente falsas.
Así que desde entonces he hecho todo tipo de publicidad. En este momento estoy haciendo principalmente anuncios de automóviles, pero he hecho mucha moda, películas, series de televisión, programas infantiles, documentales ... de todo, incluso partidos de fútbol.
En aquel entonces, ¿Rodabais todo en negativo?
Al principio rodábamos en video y vivimos toda la revolución de las cámaras de video. Pero rodar en película era mucho mejor. Hemos trabajado con 35 mm durante muchos años, todavía tengo cámaras de 35 mm y equipo. El 35 mm tiene un aspecto especial que no es comparable al video. Y lo curioso es que está volviendo. Los jóvenes cineastas, especialmente en Escandinavia, están volviendo a recuperar el 35 mm y el 16 mm. Los directores de fotografía veteranos no son los que están trayendo de vuelta la película, sino la nueva generación. Yo creo que es porque quieren algo diferente, quieren un look distinto. Todo el mundo está rodando ahora con cámaras Alexa, Red, Blackmagic ... Y se trata de marcar la diferencia, por lo que estos jóvenes actualmente están eligiendo cámaras de 16 mm y 35 mm. Es curioso porque para nosotros la película de 35 mm es nuestro origen.
Así que mi trabajo hoy en día consiste sobre todo en viajar por el mundo haciendo este tipo de anuncios de automóviles. Tengo alrededor de cien o ciento veinte días de trabajo al año. El resto del tiempo soy padre de mis dos hijos y esposo de mi mujer en casa. Así que esa es mi vida.
Lamborghini commercial
¿Cómo acabas involucrado en este proyecto? Según tengo entendido, no es la primera vez que trabajas con este director. ¿Cómo es tu relación creativa con él? ¿Se involucra en el aspecto visual del proyecto o te da más libertad?
Conocí a Tibor Glage, el director, hace tres años en San Francisco, creo. Nos conocimos mientras yo rodaba un anuncio de coches con otro director, durante la pausa para comer. Y directamente a continuación empezamos a trabajar juntos en un anuncio para Lexus, en el desierto, en algún lugar de California. Después de eso fuimos a Alaska para un anuncio de Dodge. En realidad, ese último anuncio es una referencia para este proyecto que estamos haciendo ahora.
Y luego hicimos un buen número de trabajos juntos. Fuimos a China, Dubai ... En esta industria la química es esencial. Tiene que haber un entendimiento mutuo, de tal manera se puede aprender mucho uno del otro. Solo entonces puedes empezar a dar y recibir libertad creativa a la hora de trabajar. Es como un juego de ping pong, tiene que haber ida y vuelta. Si solo te dedicas a tratar de imponer tus ideas, no irás a ninguna parte. Tenemos una buena química, Tibor y yo. Sugiero cosas o, a veces, simplemente hago cosas y tengo la esperanza de que le guste. Otras veces es más específico sobre lo que quiere.
Obviamente, volver a trabajar con el mismo director solo ocurre si haces un buen trabajo la primera vez. O al menos la química es buena. Sucede que haces un trabajo con un director y no os entendéis, sucede todo el tiempo. Casi todos los trabajos que hago, estoy con un nuevo director, y tengo muy poco tiempo para tomarle el pulso: entender de dónde viene, cuáles son sus objetivos, y tengo que adaptarme porque yo estoy ahí para hacer su película, no la mía.
En este negocio se trata de hacer las cosas más fáciles para quien sea que estés trabajando. Tú, por ejemplo, como asistente de cámara, tiene que facilitarme las cosas a mí. El trabajo del gaffer es más de lo mismo. Yo no tengo por qué pensar en cables y cosas así. Solo le digo al gaffer lo que me gusta y él lo pone en práctica. No pierdo el tiempo comprobando cómo lo hace. Él está para hacerlo solo. No tengo que decirle cómo hacerlo, podría decírselo si fuera necesario, pero prefiero no hacerlo.
Nuestro trabajo consiste en dar la seguridad de que vamos a producir material de calidad. También es trabajo de Tibor asegurarse de que los creativos de la agencia no tengan que pararse a pensar en cómo estamos haciendo cada cosa. Esa es la responsabilidad del director, y el director no necesariamente necesita saber qué óptica estamos usando en cada plano. Él puede involucrarse, pero ese es mi trabajo, por lo que puede relajarse y concentrarse en dirigir. Así es como funciona realmente en todos los departamentos. Hace que sea más fácil para todos.
Still from the commercial
Entonces, ¿Podríamos decir que haces principalmente anuncios de coches?
No, tampoco puedo decir que tenga una preferencia especial por los coches. En realidad, es curioso porque los coches no significan nada para mí. No soy como un fanático de los coches. Tengo buenos coches, pero para mí es una cuestión visual más que otra cosa. No soy de los que cuelgan posters de automóviles en su garaje. Nunca soñé con tener un Ferrari o un Porsche. Para mí no se trata de eso, se trata de contar historias y hacer que el objeto que estoy rodando se presente de la mejor manera según la historia.
Es llamativo el hecho de que es más fácil fotografiar algo hermoso que una cuchara o una taza de té. Si tienes que hacer un anuncio de una taza de té es realmente difícil porque básicamente no ofrece nada. Es solo una taza. Te dicen: ¡Venga, buena suerte, intenta hacer eso interesante! Tener una supermodelo o un Lamborghini hace las cosas bastante fáciles porque son espectaculares. Entonces, cuanto más simple es el trabajo, más difícil es para nosotros.
Para mí, empezar con los coches fue una evolución conveniente desde los beauty. Hice muchos anuncios de belleza. Chicas, bikinis y playas por todo el mundo. Es difícil de meter eso en el showreel porque son todo productos: champú, crema ... Son buenos anuncios, pero no son especialmente interesantes para verlos en un showreel, así que me decanté por los coches. Este tipo de anuncios tienden a ser más técnicos y tienen presupuestos más grandes para que tengas todos los juguetes y puedas tener más libertad. Muchos de los anuncios de belleza que solíamos hacer recibían presupuestos tan pequeños y ridículos que ya no valían la pena siquiera.
Jens Maasboel over his more than 30 years of professional career
¿Hay alguna otra referencia para este proyecto aparte del anuncio de Dodge del que estabas hablando? ¿Cómo fue la preproducción?
El anuncio de Dodge que hicimos en Alaska tiene un look crudo, un aspecto no tan pulido como los anuncios de coches que estamos acostumbrados a ver. Es más auténtico, mezclamos diferentes estilos. Usamos numerosas cámaras diferentes a propósito. Es como un viaje de vuelta a lo elemental, a lo más esencial del coche, a su potencia. Lo que se vende un poco es la independencia que da y ser espiritual, místico y cosas así. Estas referencias de tipo más conceptual era las que estábamos barajando en lugar de buscar un look elegante.
Dodge commercial, main reference for the project
¿Es esa la razón detrás de por qué elegiste rodar con tantas cámaras? Supongo que se trata de materializar ese espíritu de libertad que sugieres.
En la escena que estamos haciendo ahora, en el río con el coche en la barca y el personaje tirando su maletín, es como una rebelión. Se está deshaciendo de todo aquello que se supone que debes hacer en la vida. Ese maletín lo hemos presentado al comienzo de la historia, en una escena en la que él está preparando una maleta para ir a algún sitio. Y llegados a cierto punto, lo vemos en esta barca en medio del río y está tirando el maletín para deshacerse de algo. No sé de qué se trata exactamente, pero es algo así como volver a tomar control sobre tu propia vida. De eso es de lo que trata esta pequeña escena.
Still from the commercial
¿Hay algún elemento en particular que consideres esencial para mantener la coherencia de la fotografía que haces o que crees que te define?
La forma en que trabajo es algo que aprendí al principio de mi carrera y se trata de confiar en mi instinto. Al principio hice algunos trabajos en los que escuché demasiado a las personas que me rodeaban y trataban de copiar algo que habían visto antes. Si intentas copiar algo, vas a acabar equivocándote. La manera de avanzar en la industria como director de fotografía es siguiendo tus impulsos, comportarte de acuerdo a lo que te sugiere tu intuición, confiar en tu forma particular de mirar. Preparo mucho los proyectos y siempre tengo una segunda opción y un plan b, pero cuando se trata de rodar no me gusta ser demasiado cuadriculado, no me gusta hacer demasiados ensayos. A veces prefiero aparecer en al set cuando todos están listos y coger la cámara sin saber nada sobre lo que vamos a rodar. Y de la misma forma grabar una toma larga sin darme cuenta del todo lo que está sucediendo, porque si sé demasiado, será demasiado perfecto y el resultado será demasiado falso.
Al tener sorpresas durante el rodaje este es más interesante. Tal vez no estoy posicionado en el lugar correcto, pero eso hace que la perspectiva sea más interesante porque estás creando una nueva imagen que nunca has visto antes. Si haces lo que dicen los manuales y construyes el encuadre adecuado con la configuración adecuada, probablemente harás algo que todo el mundo ha visto miles de veces antes. Para mí lo esencial es perseguir esas sorpresas que lo hacen especial.
Hay que hacer un gran trabajo y ser muy habilidoso para sacar lo mejor de la improvisación.
Sí, eso lleva muchos años. Por supuesto, debes haber experimentado muchos buenos momentos y gratas sorpresas para poder creer en lo que te estoy tratando de explicar. Si solo cometes errores, entonces, por supuesto, es difícil confiar en que tienes buen ojo.